Wednesday, May 24, 2006

Consideraciones sobre la cortesía en México.

En los setenta cuestionarios que he aplicado, me he encontrado con respuestas que si bien se ajustan al criterio que norma la elaboración de éste, he sentido que se debe considerar dos lenguajes abstractos que cambian el sentido de las respuestas.

El primer lenguaje es el que denomino “entonación”. En México y sobre todo la zona denominada “mesoamérica”, la forma de hablar el español es suave, influenciada por la lengua náhuatl, que dominaba esta zona. El náhuatl, es una lengua dulce con entonación muy característica un ritmo más suave alargando la ultima silaba, de ahí que se diga que en México hablamos “cantadito”, si estoy en un error, agradezco la orientación del Lic. Marcelino Hernández. No así en la región norte del país, en donde sentimos que hablan muy “golpeado” ya que en esta zona la influencia del náhuatl era mínima y en el mismo caso se encuentra el español hablado por los inmigrantes de la Península.

Un español puede decir las palabras “por favor” en el tono que se utiliza en España y nos parece poco cortés. El mexicano utiliza el tono más suave y en algunas ocasiones el diminutivo “por favorcito”, es más en muchas ocasiones utilizamos medias palabras como ejemplo una respuesta que me dio una alumna de grado preuniversitario; “me da permi porfa”, frase que solo en México entendemos.
Lo anterior nos da una idea que la forma de cortesía que utilizamos en México va aunada a la entonación de la voz.

El segundo lenguaje es el corporal-facial. En muchas ocasiones nuestro leguaje se ve reforzado por nuestra actitud hacia la persona a quien nos dirigimos poniendo una sonrisa en la boca o haciendo una pequeña reverencia, y en algunos casos con movimientos manuales indicativos. Con el ejemplo puesto arriba “me da permi porfa” si nos lo dicen con una sonrisa se nos hace más cortés que si con el rostro adusto nos dijeran las palabras completas, ahí la validez del dicho “Un acto vale más que mil palabras”.

Agradezco los comentarios al presente post.

Luis Ricardo de la Parra Sánchez.

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